5/3/15

La niña del parque



     Me acerqué a aquella niña que ya llevaba viendo un rato sola en el parque. No veía a sus padres por ningún sitio y no debía de tener más de seis años. Estaba sentada en un banco contemplando  como los demás niños del parque jugaban.

    
      - Hola, ¿te has perdido?

    
      Me miró sopesando, supongo que intentando adivinar si yo era de fiar o no. Si podría confiar en una auténtica desconocida. Yo no tenía mala pinta, esa mañana me había arreglado un poco más para salir a correr. Me había puesto mi chándal nuevo con el que llevaba encaprichada todo un mes. Me había recogido mi pelo en una cola, e incluso me había maquillado un poquito. Con esto de la nueva moda de correr, nunca se sabe con quién te puedes encontrar.


    
      - Hola. No me he perdido. Sé dónde estoy. – Me contestó con una sonrisa en la boca. Yo le seguí un poco el juego, pensando que a lo mejor se había escapado de sus padres.

    
      - ¿Y tus padres? ¿Saben que estás aquí?

    
      - Claro que lo saben, ellos vienen todos los días a verme.

     
      - ¿Es que vives aquí? ¿No vives con tus padres?

  
      La pequeña me miró con sus ojos avellana como si le estuviera haciendo una pregunta estúpida. Yo ya empezaba a desesperarme, y no paraba de imaginarme a esos padres buscando a su niña desesperados, pegando carteles por el barrio y llamando a la policía. Intenté cambiar de tema, a ver si le sacaba algún tipo de información a mi pequeña acompañante.

    
      - ¿Por qué no juegas con los otros niños?

    
      - ¿Siempre haces tantas preguntas a los desconocidos?

  
       La niña me contestó con sus ojos puestos en los niños, y yo ya me estaba hartando. Era una niña impertinente que seguramente se habría enfadado con sus padres por alguna tontería y habría salido corriendo. Pero antes de que me pusiera en pie para llamar a la policía me miró con una gran tristeza dibujada en la cara.

    
      - Ya no me gusta jugar con los otros niños. No me quieren tener cerca.

    
      - ¿Por qué no quieren jugar contigo? - Me dio tanta pena que todo el enfado que llevaba acumulado se esfumó de pronto.

    
       - ¿Es que de verdad no lo sabes? – La compasión se dibujó en su cara. Y dirigió su mirada detrás del banco. – Es más fácil negar las cosas que enterarse de ellas.

   
       Yo mire donde ella observaba. Me levanté del banco y me acerqué a lo que parecía un altar de flores. Había ramos de flores por todas partes, dibujos de niños, y recortes de periódicos inundaban aquel claro del parque. Me fije en uno de los recortes, y lo que vi me dejó sin habla. En él se leía un titular “Heroína muere al intentar salvar a una niña de los disparos de un loco en el parque del oeste”. Abajo había tres fotos, en una la niña sentada en el banco volaba una cometa, en otra la policía se llevaba a un hombre detenido, y la otra foto era una que me habían hecho mis padres en mi último cumpleaños en la playa.


30 comentarios:

  1. ¡Wow! Muy bueno, María. Y el final, espectacular. Felicidades. Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegro de que te haya gustado Pedro. Muchas gracias. Un abrazo.

      Eliminar
  2. Oh, por amor a Dios... lo de la niña era de esperarse pero lo de la dama.... me hizo erizar por completo... O.o

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegro de que taya podido sorprender con algo, muchas gracias por pasarte y comentar Andrés. Un saludo.

      Eliminar
    2. Es que ha estado genial, te admito que volví a pasar para volverlo a leer ;)

      Eliminar
    3. Me alegro de que te haya gustado tanto. Un saludo.

      Eliminar
  3. Me encanta, muy bueno!! Pero da un poco de mieditoooooo....

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me encanta a mi hacerte pasar miedo a ti, ya no solo te hago llorar. Lo próximo es sacarte una carcajada. Un besillo.

      Eliminar
  4. Muy bueno, María. Una historia tierna que conmueve con un final sorprendente que cambia por completo el registro del texto. Me encantó!! Mucha suerte en el concurso :)

    Un beso!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias Julia. Un placer sorprenderte. Un beso y feliz fin de semana.

      Eliminar
  5. Asombroso relato que me ha provocado un sensacional cosquilleo eléctrico en la nuca, perfecto! Tremenda vuelta de tuerca!
    Un abrazo María!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A veces a la vida hay que darle vueltas de tuerca, así es más interesante. Muchas gracias Edgar.

      Eliminar
  6. Me ha gustado mucho. Muy bien llevada la narración, sorprende y sobrecoge. Un abrazo

    ResponderEliminar
  7. shi! me encantó y me sorprendió,excelente !

    ResponderEliminar
  8. Muy buena historia, con un desenlace no esperado.
    Saludos!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Alejandra, me alegro haberte sorprendido. Un saludo.

      Eliminar
  9. ¡Buah! ¡Brutal! ¡María!
    Ya me imaginaba yo que la Peque era una Fantasmita que vagaba por el parque... De hecho, me he acordado de algo muy gore (Y sí me hizo un poquitín de gracia, al imaginarme la situación... Vamos que si me pasa a mí... Muero de miedo... #SeSabe) que leí el otro día en Twitter:
    - Niña, ¿no te da miedo ir sola por el parque a estas horas?
    - Cuando estaba viva sí...
    El caso... Que tontadas a un lado... El final me ha resultado de lo más inesperado... No sé, creí que la Señorita Deportista era algo así como la prota de "Entre Fantasmas"... Pero no... ¡Ha sido muchísimo mejor!
    Eso sí... El tono trágico del final... ¡Uffff! Es triste. Y, al mismo tiempo, muy valiente...
    ¡Besines! ;)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias Campanilla. Me alegro haberte sorprendido. La pobre mujer no había superado aun su situación, pero la niña se lo deja muy claro. A veces los niños tienen las cosas más claras que los adultos. Me encantan tus comentarios en mis historias. Me dan otra perspectiva de lo que escribo. Un beisllo guapa.

      Eliminar
  10. Tremendo, María! Me ha erizado totalmente. Lo de la niña me lo esperaba, pero ese giro final, me descolocó por completo.
    Felicidades!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias María. A veces es bueno descolocarnos un poquito para volver a ponernos en nuestro sitio. Un besillo.

      Eliminar
  11. Aún tengo los pelillos de punta. Muy bueno. Besitos guapa y enhorabuena

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegro haberte causado esa sensación, eso quiere decir que te ha llegado. Muchas gracias Mercedes. Un besillo.

      Eliminar
  12. Excelente, María. Poco a poco se va viendo que algo no va bien e incluso se llega a intuir, pero finalmente, aún así, te sorprende.
    Como dicen, da escalofríos.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegro haberte sorprenddo al fin. Es difícil sorprender con los relatos. Y sobre todo, con estos temas en los que aún soy novata. Muchas gracias Ricardo. Un saludo.

      Eliminar
  13. :( aissh! no..me voy con el corazón partio....pero que buena narración,siempre manteniendo la atención,disfrutado y por supuesto compartido!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias Ady, vaya paseo te has dado por mis letras. Un placer tenerte por aquí con mi niña del parque. Besillos.

      Eliminar
  14. Los bellos de punta. Excelente, el final me ha cogido totalmente por sorpresa. Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me encanta sorprender con mis relatos. Que me digáis que os he sorprendido es uno de los mejores elogios. Muchas gracias.
      Un abrazo.

      Eliminar

Deja tu huella. Me encantaría leerla.

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.