31/5/15

Genes defectuosos



   Escribo esto sin pretender que sea una ofensa hacia mis progenitores. Sé de buena mano que cuando me concibieron, no decidieron darme esos genes que a mí, personalmente, no me gustan mucho.
     
      En primer lugar, todas las mujeres y todos los hombres tenemos defectos, algo de nosotros que no nos gusta demasiado, y que a lo mejor para los demás no se consideran como tales. Nos dicen que no debemos decir lo que no nos gusta de nosotros mismos, porque todo puede usarse en tu contra. Así que la mujer sobre todo, busca un baúl en el rincón más oscuro y con cien mil candados guarda lo que no le gusta de ella.
      
    Pero yo soy feliz, y esa felicidad es la que me hace ser descuidada y confiada. Con lo que mis desperfectos los grito a los cuatro vientos, a todo aquel que quiera oírme.
    
     En primer lugar, tengo los hombros caídos, si, y aunque esto no parece tan malo, conlleva un problema. Llevo sujetador. Si señores, el problema es el sujetador. La tira se me cae constantemente, con el tic nervioso de estar todo el día subiéndome la tiranta. Y muchos me dirán, “pues apriétalo”. Y yo les diré, ya lo he hecho, lo he intentado. Me he ajustado tanto el sujetador que me ha hecho daño, se me ha puesto la piel roja, y la señal marcada, pero ¡tachan! Se vuelve a caer. No hay solución.
    
     Otro de mis genes defectuosos es el del esmalte de mis dientes. Ese esmalte blanco nuclear, que destella a quien me mire. Y todos me dirán, eso no es ningún defecto. Los dientes blancos son bonitos. Sí, lo son, pero no en exceso. Y los míos lo son. No sé si recordaréis aquellas luces que se llevaban (no sé si se llevan ahora porque no salgo de noche), que todo lo blanco se ponía fosforito. Pues bien, imaginaros cada vez que entraba en algún sitio y ponían ese tipo de luces. Mis dientes se veían en todo el pub. Los chicos no ligaban conmigo diciéndome lo bonito que tengo los ojos, o incluso que culo más redondo, o yo que sé. No, ellos me decían: “pero que dientes más blancos tienes”. Imaginaros lo que es eso para una adolescente.
    
      Cuando yo nací, mi madre siempre me ha contado que lo primero que decía la gente al verme es lo grandes que tenía las manos y los pies. Y eso sigue sin cambiar. Mi 41 de pie y mis problemas para encontrar zapatos corroboran lo que digo. Y mis manos, enormes para ser mujer, con lo que ni me pongo anillos, ni pulseras ni nada que las puedan señalar.
     
      Otro de mis genes que no me gusta, y que no sé de donde salió, porque ninguno de mis padres lo tiene, es mi timidez. Y con respecto a esto he tenido muchos problemas, perdiéndome muchas cosas por el camino. Poco a poco lo he ido resolviendo, pero aún hoy en día tengo que hacer un esfuerzo enorme en muchos aspectos. Un ejemplo: me muero de la vergüenza cada vez que tengo que llamar al fontanero, al electricista, a reservar un hotel, o a cualquier desconocido.
     
     Otro de mis genes defectuosos es el que trajo la psoriasis a mi vida. Yo era una chica feliz, sin problemas y sin ningún tipo de estrés adicional. Pero algo malo pasó, y mi cuerpo reaccionó. Lo que llevaba tanto tiempo escondido salió a la superficie, y llenó mi cuerpo de costras, de piel muerta. Esto, podría llenarme de complejos, de hecho, es lo que menos me gusta, porque cuando estoy en la playa la gente me mira, y los niños que no tienen ningún pelo en la lengua me preguntan. Yo se lo explico lo mejor que puedo para que lo entiendan. Y lo bastante alto para que sus padres dejen de mirarme. Pero lo llevo bastante bien. Aunque eso, lo unes a mi timidez y es una bomba de relojería.
    
    A las enfermedades hereditarias tengo que añadir las migrañas, pero eso es un tema del que no quiero hablar, en cuanto las nombro, me oyen y me hacen una visita.
   
    Otro de mis genes es una ceja rara, sí una ceja que por mucho que me la depilo siempre se queda rara. Pero bueno, como no soy de mucho mirarme al espejo, ni me la depilo ni me la veo. Y yo tan feliz.

   
    Esta lista se me está haciendo larguísima. Así que la dejaré por ahora. No hace falta decir, que a pesar de todos esos genes que no me gustan mucho, tengo otros muchos que me encantan. Y que a pesar de tener cosas que no me gustan en mi cuerpo o en mi personalidad, sigo siendo feliz, porque la felicidad no está en obviar las cosas de ti que no te gustan y que no puedes cambiar. La felicidad está en conocerlas y aprender a vivir con ellas.




P.D. Un beso enorme a los portadores principales de mis genes. Porque gracias a ellos estoy aquí, quejándome de lo que me han dado. 


22 comentarios:

  1. Hola, María. Pues yo, ¡qué quieres que te diga!, te envidio. Sí. Has leído bien. Te envidio. Porque entre esos genes que has heredado tienes uno por el que yo daría lo que fuese: el gen de la felicidad. Considérate afortunada, chiquilla. Y si a alguien no le gustan tus pequeños "matices", pues que deje de mirar, coño, y que se vaya con su perfección a tomar por c... (por si hay niños delante).
    Un abrazo, María. Y recuerda, la timidez tiene cura, la estupidez, no. ; )

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    1. Ayyy como siempre me has hecho reír. La felicidad es un don poco valorado. Se puede ser feliz con muy poco. Las pequeñas cosas son las que nos la dan. Y creo que reírnos de nosotros mismos es un primer paso. Muchas gracias Pedro y eso, a tomar por c... Un abrazo.

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  2. Qué bonito tu post, María. Toda esa sinceridad que derrochas es un regalo que nos haces. ¡¡Eres un cielo de mujer!!

    Cuanto más te leo más parecidos nos encuentro, y este post viene a sumar puntos en la cuenta. Yo no tengo psoriasis, pero sí vitíligo, y lo mismo que tú calzo un 41. Mis dientes no son blanco nuclear, qué más quisiera yo, sino de un tono amarillento-marrón feísimo (y eso que en mi vida he fumando y apenas tomo café). Con decirte que hace unos años me puse coronas en dos muelas y el podre dentista fue incapaz de encontrar un color parecido... jajajajjaa.
    Nunca llevo bolsos colgados al hombro porque se me caen constantemente, aunque reconozco que no tengo problemas con los tirantes del suje. Las migrañas se me han ido quitando con la edad, pero de joven eran terribles y la timidez... bueno, la supero como puedo. Lo que más me fastidia de ese tema es que todo el mundo cree que soy una persona muy segura de mí misma y muy extrovertida. A saber por qué doy esa imagen.

    En fin, ya ves que no eres nada rara :)

    Te puedo pedir un favor? Me encantaría que hicieras otro post con las cosas de tí misma que sí te gustan. Creo que es lo justo!!

    Un beso preciosa, y gracias de nuevo por ser como eres!!!

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    1. Ay estupendo, me pondré a ello. Hare otro post de mis cosas, de las que más me gustan. Ya escribí algo sobre ello en Mi mongola favorita. Te dejo el enlace por si lo quieres leer. http://escritoramama.blogspot.com.es/2015/02/mi-mongola-favorita.html
      Pero aun así haré uno y te lo dedicaré. Un besillo guapa.

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  3. Se me olvidaba!! Afortunadamente también nos parecemos en que soy una persona esencialmente feliz y satisfecha con mi vida. Cómo si no podríamos reirnos de nuestros "defectillos"?? jajajajaja.

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    1. Lo primordial en esta vida es saber reírse de uno mismo. Un besillo guapa.

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  4. Olé y olé!!!
    Todos tenemos cosas que no nos gustan, si yo te contara... pero lo bonito está en la diversidad. Imagínate todos iguales y perfectos... qué aburrido!!
    Ayyysss...y en las migrañas te entiendo perfectamente, eso sí que lo cambiaría yo!!

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    1. Por supuesto llevas azón. En la diversidad esta lo bonito. Aunque las migrañas deberían ser erradicadas de la faz de la Tierra. Un besillo guapa.

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  5. Me ha encantado, de hecho te pido permiso para hacer lo mismo, si me lo das contaré cuales son mis defectos genéticos, sería una buena terapia para todos y tú y todos después de leernos nos quedaremos con nuestros defectos sin dudarlo.

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    1. Por supuesto, permiso concedido. Y cuando lo escribas dimelo para leerte. Qué seguro que me gusta. Un besillo Pilar.

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  6. Hola Maria, tu honestidad es lo "anormal" en los tiempos que corren donde la perfección y la juventud son los nuevos dioses.
    Por suerte lo sos. No veo otro defecto. Los problemas fisicos son solo eso, fisicos. Estás feliz y eso se debe a tu Alma que está repleta de virtudes.
    Beso

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    1. Muchas gracias Ricardo por tus palabras. Si es verdad que la perfección física está a la orden del día. Los que no la poseemos tenemos otras cosas. Simplemente, ser feliz de ser quien eres. Es lo más importante. Un besillo.

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  7. Jajaja, me ha encantado!!!!! Yo también tengo millones de defectos, no pararía, mis dientes no me gustan nada, tengo una ceja partida, los brazos y las piernas demasiado delgados, hay mil cosas pero me quedo con lo bueno y lo malo intento arreglarlo o vivir con ello, depende de lo que sea.
    Mi hermana tiene psoriasis y ha llegado a pasarlo fatal, ahora lleva más de un año con unos preparados de farmacia que le van genial pero ya le ha dicho el médico que aproveche porque en cuanto el cuerpo se acostumbre volverá a llenarse de costras. Un besito.

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    1. Si, la psoriasis tiene esa característica, en cuanto tu cuerpo la elimina con algún medicamento, tiende a mutar y a aparecer. Es un poco desesperante. Así que he aprendido a no combatir con ella, y a aceptarla. Un besillo.

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  8. La relación y comentario de tus genes defectuosos me ha impresionado mucho, favorablemente, por supuesto. La verdad es que me quedo corto, debería decir que me ha impactado profundamente. Tan es así que he de romper una lanza por tus genes positivos, evidenciados en tu artículo, quizás sin pretenderlo tú.
    Eres honesta, sincera, encantadora, divertida, inteligente,v vital, y aprovechas muy bien los motivos que te ofrece cada día para ser feliz.
    El estupendo artículo que nos has regalado constituye, además de una valiente foto dedicada, una terapia de aceptación de ti misma y un rasgo de amor a tu persona, holísticamente considerada. Para completar la terapia, deberías inventariar ahora tus genes positivos, pues los que te leemos no disponemos de los suficientes elementos de juicio para ir más allá de donde he llegado yo. Creo que algunos de nosotros puede que imitemos tu experiencia, aunque no creo que muchos tengamos el valor de publicar los resultados.
    Quizás te parezca paradójico, pero te percibo, te intuyo como una mujer atractiva, a pesar de todo lo que dices.
    Te felicito sinceramente. Me has cautivado por completo.

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    1. Tus palabras me han hecho sonrojarme. Muchas gracias por el regalo que me has hecho. Como ya me han pedido por ahí también que escriba sobre mis virtudes, pronto os dejaré mis letras sobre ellas. Espero que os gusten lo mismo que mis defectillos. Muchas gracias y un besillo.

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  9. A mí no me engañas María, porque sé cómo eres y como yo te veo. Eres preciosa y además feliz, tienes los mejores genes. Los mejores!
    Nos pasa a todas que nos paramos a mirar únicamente lo feo de nosotras, cuando lo bonito que tenemos lo solemos obviar. Te has preguntado por qué muchas actrices se desfiguran la cara siendo preciosas? Porque el espejo es envidioso y les engaña igual que el tuyo a ti. Preciosa entera eres tú.

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    1. Muchísimas gracias por tus palabras Mercedes. No pretendís hacer un texto quejándome de lo feo, o de lo que no me gusta. Pretendía hacerlo de una manera positiva. La verdad es que es verdad que siempre nos fijamos en lo que menos nos gusta de nosotros mismos, y aunque tengamos muchas virtudes, estas quedan escondidas. Pronto hablaré de ellas para sacarlas a la luz. Un besillo.

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  10. Un texto que dennota sinceridad, honestidad y felicidad, claras virtudes que dejan a los "defectos" expuestos como meras migajas de un gran pan de buen corazón y de talento archi demostrado. Siento que se te caigan las tiras del sujetador cada dos por tres, pero debo confesar que ver a una mujer colocandose bien tal prenda, me parece de lo más sexy...
    ¡Abrazo, Compi de Letras, eres espléndida!

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    1. Muchas gracias Compi por tus palabras, espera un momento que estoy subiéndome la tira del sujetador, ya. Como decía, Muchas gracias por tus palabras. Decir que tengo talento es el mejor de los piropos que puedo recibir. La verdad es que no pretendía que esto se convirtiera en millones de hálagos hacía mi persona, pero me estáis subiendo la autoestima hasta límtes inalcanzables. Gracias compi. Un besillo.

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  11. Todos tenemos nuestros defectos y características que nos vuelven únicos y es justo como dices, la felicidad está en conocerlas y aprender a vivir con ellas.
    La verdad envidio la blancura de tus dientes, en cuando lo mencionaste se me ocurrió que podría usarlo como técnica defensiva dejando temporalmente ciegos a los demás.
    La timidez también era para mi un gran impedimento hace años, confieso que aún la padezco pero sorprende muchas veces lo bien que lo disimulo ja ja ja.
    Ten un excelente día.
    ¡Saludos!

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    1. Me has hecho reír, no se me había ocurrido utilizar mis dientes como arma, jajaja. Pero lo tendré en cuenta para un futuro. Muchas gracias por tus palabras. Un besillo.

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