Desde que vi aquel
delorean, la idea me perseguía. La idea de viajar a través del tiempo. La idea
de cambiar la historia, de poder viajar a lugares eternos, visitar guerras, presenciar
asesinatos, vivir en primera persona los grandes momentos. Todo eso me había
obsesionado hasta que llegué a este momento. Aquí, sentado en mi sillón no paro
de mirarme el reloj de mi muñeca.
Lo conseguí,
terminé mi máquina del tiempo, y no es un coche, es mi reloj de pulsera. Llevo
dos días sentado aquí sin hacer otra cosa que decidir donde quiero viajar. Para
que entendáis mi indecisión os contaré mi historia.
Yo era un chico
de dieciocho años que acababa de entrar en la Universidad. Mi coeficiente
intelectual era muy alto, muy, muy alto.
Así que me pasaba el día encerrado entre libros. Me encantaba aprender
cosas nuevas, los libros siempre han sido mi pasión y mi forma de conseguir
nuevos conocimientos.
Pero a pesar
de estar loco por aprender, estaba completamente enamorado. Esperanza era la
chica más guapa de todo el instituto, de todo mi barrio, y ahora de toda la
Universidad. La más guapa para mí. Es verdad que existían esos bellezones
rubios y morenos por todas partes. Pero Esperanza tenía la mejor sonrisa del
mundo. Con ella iluminaba todas las estancias donde se encontraba. Para cualquiera
que no supiera mirar, tenía unos ojos marrones comunes, para mí, su mirada te
embriagaba cada vez que se posaba en ti. Era perfecta.
El día que vi Regreso al futuro no dormí. Me pasé la
noche dando vueltas en la cama. Quería probar a hacer una máquina del tiempo.
Saber la verdad de primera mano. Al día siguiente llegué a la Universidad medio
dormido y dándole vueltas a cómo podría inventar aquella máquina.
Esperanza se
acercó a mí.
- Pero que mala
cara traes hoy.
- Es que no he
dormido bien. – Recuerdo que ese día me molestó que se acercara a mí. En mi
cabeza solo estaba aquel viaje, y cualquier intromisión me enfadaba.
- Si quieres,
algún día podemos quedar para estudiar. Y así me ayudas un poco.
Recuerdo
vagamente su sonrisa, y su cara de ilusión. No me di cuenta hasta ahora, 40
años más tarde.
- Si, si, algún día, yo te llamo. – Su cara
cambió por completo. Ya no sonreía. Yo me alejé pensando en mis cosas. Nunca la
llamé.
Y ahora me doy
cuenta de que aquel fue el momento exacto en el que perdí mi vida.
Así que ahora me
encuentro delante de este reloj, pensando en volver a ese día, en el mismo
momento en el que mi vida se acabó para cambiar las cosas. Si lo hacía,
¿Inventaría algún día este reloj para volver atrás? O ¿Jamás podría viajar en
el tiempo?
Mi vida había
pasado en un segundo, delante de un sueño que se había convertido en realidad.
Yo lo había hecho realidad. Y ahora que lo tenía delante, no sabía qué hacer
con él.
Qué bonito, María.
ResponderEliminarA veces el tren sólo pasa una vez y no nos atrevemos a subir a él.
Un abrazo grande.
Sí, a veces no nos damos cuenta de donde están nuestros verdaderos hasta qeu ya es demasiado tarde. Un besillo.
EliminarUn viaje en el tiempo introspectivo, emocional, a través del recuerdo y el desamor. Original, profundo y emotivo. Encanrador, María.
ResponderEliminar¡Abrazo, Compi de Letras!
Pd: Soy fan de Regreso al Futuro, solo leer lo del Delorean al inicio ya me he flipado! :)
No busques "Encarnador" en el diccionario, quería decir "Encantador"... Jujujuju
EliminarA mi también me encanta Regreso al Futuro, es una de mis pelis favoritas de la época. Por eso, cuando vi de que iba el concurso, no pude evitar meterlo en mi relato.
EliminarUn besillo encarnador.
¡Ay perdón! Encantador, jejeje.
EliminarErrores de esos cometemos todos. Las teclas del ordenador, queremos ir más rápido de lo que podemos, los correctores malditos,.. están en contra de la escritura.
Hay que vivir el presente, estoy de acuerdo. Los sueños que queden para la noche. Cada cosa a su tiempo.
ResponderEliminarMuy bonito, María
Por supuesto, como suele decirse, lo hecho, hecho está. Un besillo.
EliminarBuen final para una historia emotiva.
ResponderEliminarUn saludo
Muchas gracias Yolanda. Me alegro de que te guste.
EliminarEn el fondo creo que no se arrepiente de haberse centrado en su verdadero sueño. No volverá al pasado para cambiarlo y arriesgarse a tener un futuro distinto. Ahora , tiene el tiempo en sus manos. Me ha gustado mucho, María. Bsos
ResponderEliminarSí, su sueño ha sido siempre vivir tiempos pasados en primera persona. Es difícil que lo cambie por sentirse solo. Besos.
EliminarDifícil disyuntiva tener que apostar por la posibilidad de un amor maravilloso o por el logro seguro de la ilusión de toda una vida. Yo no quisiera tener que verme en esa situación...
ResponderEliminarUn relato estupendo, María. Me ha parecido muy original y ameno, además nos has puesto a todos a pensar :)
Un abrazo grande y feliz lunes!!
En realidad cambiar su sueño de toda la vida por algo que no ha vivido, una ilusión, un nuevo sueño... difícil decisión. Muchas gracias Julia. Un besillo y feliz semana.
EliminarCreo que hace bien en dudar. Conoce lo vivido y está más o menos conforme. Si regresa, perderá ese deseo de descubrimiento y perderá la máquina del tiempo. Me ha gustado mucho María, como todo lo que escribes. ¿Sabías que eres fabulosa? Besos
ResponderEliminarMuchas gracias por tus halagos. No sé lo que hará el protagonista. Espero que al final no se arrepienta de su decisión. Un besillo.
Eliminar¡Estupendo relato! Te hace recapacitar acerca de esos momentos en la vida en la que pasamos por alto las cosas importantes. Una interesante decisión, por un lado la opción de volver y hacer los cambios que siempre quiso en su vida, pero esto le significaría renunciar a volver a viajar en el tiempo.
ResponderEliminar¿Qué decisión tomará? Supongo que sólo el tiempo lo dirá ;)
¡Saludos!
Sí, solo el tiempo lo dirá, es algo difícil de decidir, dos sueños completamente distintos. ¿Por cual se decantará? Un abrazo.
EliminarMuy bello cuento, María. Nos haces sentir la tristeza y la duda del protagonista, y recordar ciertas momentos de nuestras propias vidas.
ResponderEliminarUn abrazo!
Pues nada, todos a crearnos máquinas del tiempo. No debe de ser muy difícil. Me alegra haceros evocar parte de vuestras vidas. Un abrazo.
EliminarHermoso relato. Quien no tiene algo por qué volver el tiempo atrás...
ResponderEliminarMuchas gracias Mirna. Todos querríamos tener una máquina del tiempo. El día que la inventan se forran. Un abrazo.
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