Hoy no tengo ganas de escribir. Me levanté perezosa. No
tengo ganas de estrujarme el coco, de pensar que voy a desgranar hoy en el
papel, o más bien en la pantalla.
Hoy no
tengo ganas de escribir y aun así lo estoy haciendo. Me siento delante de la
pantalla y miro la larga lista de Blogs que quiero leer y no hago por falta de
tiempo. Y pienso, hoy no escribo y que salga el Sol por Antequera. Hoy me
dedico a leer. Aunque también tengo un libro desde antes del verano a la mitad,
que me llama constantemente, me encanta, pero no consigo acabarlo. Cuando antes
tardaba en leerme un libro menos de una semana, ahora se me hace eterno.
Y
aparece ese ser que me acosa cada día de mi vida, ese diminuto que se aposenta
entre mis dos oídos para que pueda escucharlo mejor. Y me susurra:
“No puedes no escribir, te debes
a tu Blog, escribir es tu sueño, no seas vaga, ¿qué vas a hacer? Solo tienes
que dedicarle unos minutos de tu vida.”
Y me
abro Word, y la pantalla en blanco me alumbra demasiado, tengo que taparla con
algo. Y aquí estoy delirando, escupiendo palabras que no llevan a ninguna
parte, sin ningún sentido.
Lo que
tendría que hacer es ponerme a escribir que pasa con mi escritora, llevo mucho
tiempo sin hablar de ella. Hasta se me ha olvidado como la deje, ¡Ah sí! Creo que
había metido somníferos en una copa de vino, pero que pereza me da continuar.
No sé sí quiero que la mate o que se hagan amantes. Así que la dejaremos para
otro día.
Y
pienso en mi otra historia pendiente, en mi Búsqueda, en mis hadas, elfos,
duendes, y demás seres mágicos, a la espera de que llegue yo y los mueva de su
posición estática. Pero tampoco me apetece. Hoy el pecado de la pereza es mi
aliado, mi compañero. Mis pobres hadas abandonadas me gritan furiosas, se
sienten totalmente abandonadas por mí. Y no les falta razón.
Mi
pantalla se llena de marcas rojas que me nublan la vista, la pereza me hace que
no le dé bien a las letras, sí publicara esto como está, no entenderíais ni una
palabra.
Y mírame,
ya casi llevo un folio y no he contado nada. Me podría poner a contar alguna
cosa de mami, de cómo me retan mis hijas cada día y a cada hora, y de cómo me
contesta mi hija mayor, y me acuerdo del programa Hermano Mayor. O de cómo se
ponen a jugar después de la ducha sobre mi cama, y yo me quedo embelesada
mirándolas. Y saco la cámara y no hago ninguna foto, porque ya están en mi
cabeza.
Podría
contar nuestra experiencia con los peces, o como la peque se hace mayor por
segundos, y ya se le entiende al hablar. Podría hablar de la vuelta al
cole y de cómo se lo han tomado mis
energúmenas. Que ya la peque va al cole de mayores con su hermana.
Podría
hablar de mi sobrina que hoy es su cumpleaños. Y de como extrañamente se parece
tanto a mí, de cómo sin creer en los horóscopos demasiado, la veo y me
identifico con millones de las cosas que le pasan, a pesar de cumplir solo ocho
añitos. Porque las dos somos Libra de
nacimiento, y como decía mi madre “Pero que Libra eres”.
Podría
contar que le voy a regalar un cuento que me pidió hace mucho tiempo y que por
fin he escrito. Un cuento solo para ella.
Podría
hablaros de mi participación en el concurso Bitácoras 2015 y de la ilusión que
me hace que todo el mundo se implique y me vote. Podría daros las gracias una y
mil veces por estar ahí con vuestro apoyo, pero no podría transmitir por la
pantalla todo lo feliz que me hace ver vuestros comentarios. Podría deciros que
la semana que viene salen las clasificaciones y estoy nerviosa por verlas. Qué
a pesar de saber que mi Blog no está tan bien como yo quisiera, me encantaría
estar de los primeros en esa clasificación.
Podría
hablaros de las horas muertas que le dedico a mirar cómo cambiar la apariencia
de mi Blog, para luego darme miedo el cambio y dejarlo como está.
Podría
hablaros de ese pequeño proyecto que tengo sobre la mesa y que no paro de darle
vueltas y de releerlo, y volver a dejarlo ahí hasta mañana.
De cómo
me devano los sesos para hacer una carta de presentación a una editorial,
porque no sé qué voy a poner en logros literarios. ¿Poner que me presento a
miles de concursos? No creo que tenga ningún sentido. Sí alguien sabe cómo
hacer una, estaría encantada de recibir una Master Class.
Como
veis tengo temas de que hablar hasta aburriros, que es lo que creo que estoy
haciendo con esta mezcla de palabras sin sentido alguno (en serio, mi pantalla
esta roja).
Así que
me despido por hoy, y os doy las gracias por seguirme, por votarme, por leer
estas cosas absurdas que salen de mis dedos, y simplemente por estar ahí. Os
prometo que mañana os escribiré algo con más sentido.
Gula
Gula
Un sin sentido con sentido y consentido por ti misma que es la que manda. Sobre la pereza y otras cosas...Decía algún sabio de esos generalistas que abundan en boca de todos cuando no sabemos exactamente de quien se trata que: "Un tiempo sin hacer nada no es tiempo perdido" pues en tu caso te ha servido para reflexionar sobre lo poco que apetece hacer nada en muchas ocasiones y la cantidad de ellas que tenemos pendientes. ¡Si yo te contara"
ResponderEliminarPor ello me tumbo junto a ti a mirar las nubes si hace falta y buscarles parecidos con animales y cosas y dejar correr el tiempo aunque tengamos poco y fabulemos sobre lo vanal, lo venal y lo intrascendente y aún así sacaremos conclusiones,arreglaremos el mundo y pasaremos un rato muy relajados.
Lo escrito escrito está y ahí estará cuando de nuevo te sientes ante tu pantalla deslumbrante.
Un beso chata.
Ohhh me encanta. Vamos a tumbarnos a observar las nubes, a lo mejor de ese momento nos encontramos ante una nueva historia que contar. Las palabras van y vienen con los pequqeños momentos de la vida.
EliminarMuchas gracias Francisco.
Un besillo.
Uy si, parece que hoy la pereza ataca ambos lados del charco awwwmmm....
ResponderEliminarUn abrazote María.
A ver si es algo contagioso...
EliminarVamos a tener que examinarlo, jejeje.
Un besillo.
No te agobies, María, todos tenemos días así, te lo garantizo.
ResponderEliminarLo que tú has hecho por escrito lo hago yo mentalmente montones de veces: me quedo mirando algo sin verlo y un torbellino inconexo de ideas me asalta. A veces estos ratos me sirven para tomar una decisión y saber por dónde tengo que empezar y a veces no, pero si te digo la verdad me suelen relajar bastante :)) No está mal dejarse llevar de vez en cuando...
Un besillo y muchos ánimos, conociéndote la pereza no te durará demasiado!!
Creo que a todos nos pasa, no estamos cerrados a que los pecados capitales nos visiten de vez en cuando.
EliminarUn besillo.
Pues a mi me encanta haber leído cada una de las letras aquí plasmadas, por qué son todo sinceridad y corazón abierto. A demás, para no saber sobre que escribir y dejarte llevar por la pereza, has logrado divertirme, entretenerme y leer interesado sobre las cuestiones que te pasan por la cabeza. Un instante de pura telepatía, más allá de la distancia y el tiempo... Entre tu pantalla roja y tu blog abierto en mi pc.
ResponderEliminarUn placer. María.
¡Abrazo, Hermana de Letras! ;)
Me alegro haber entrado en tu mente de esa manera. Haber encontrado telepatía a través del tiempo y del espacio.
EliminarLa verdad es que pensé que eran delirios de una escritora aburrida y perezosa, pero parece que ha dado buenos frutos.
Un besillo.
Jajaja me ha pasado por estos días :D
ResponderEliminarJajaja, entonces ya somos dos.
EliminarEstamos conectadas.
Un besillo Ana.