Calico Jack
paseaba por cubierta observando a los nuevos tripulantes que habían capturado
del barco alemán que ahora se hundía en las profundidades del mar. Su amante y su segunda a bordo Anne le
susurraba al oído cual le parecía digno de formar parte de la tripulación. Ella
nunca se equivocaba. Pero esta vez algo le decía que erraba. Había señalado a
un muchacho enclenque con la cara medio tapada lleno de mugre, que no creía que
tuviera fuerza para sujetar una espada.
Al
final le hizo caso y lo puso a fregar la cubierta. Todos los no elegidos fueron
tirados por la borda.
Pronto se dio cuenta de su error. Anne pasaba mucho tiempo junto a aquel joven, y los celos lo estaban matando. Así que los siguió por el barco hasta la bodega, donde estaban solos. Los jadeos que salían de detrás de la puerta le eran familiares. Mientras sacaba la espada, de un empujón con el hombro izquierdo derribó la puerta. La escena que se encontró enfrente no era para nada la que esperaba. Dos mujeres en ropas menores luchaban mano a mano con sus espadas. Las dos perladas de sudor miraron a la puerta sin soltar sus hierros.
Anne Le
explicó todo a su amante y presentó a Mary Read, aquel chico desgarbado que
parecía poca cosa, y que ahora arma en mano, era una pirata en toda regla.
Pero
Calico Jack no estaba dispuesto a aceptarla sin saber cómo luchaba, y allí mismo
combatieron, entre barriles de ron y carne salada que apestaba el lugar. Mary
ganó a su capitán en el combate, aunque no sin esfuerzo y este la aceptó de
buena gana entre risas y unos brindis de buenas botellas de ron para
celebrarlo.
La fama
de los tres piratas llegó a todos los mares. Sabiendo que si te encontrabas con
su barco podrías sufrir la mayor de las desdichas. Las dos mujeres se
convirtieron en amigas inseparables y luchaban mejor que cualquier hombre de la
tripulación. Sus nombres eran tan temidos que cuando llegaban a los puertos a
abastecerse, eran recibidas con regalos y suculentas viandas.
Y así
pasaron años de verdadera vida pirata, hasta que un día de 1720 se toparon con
un navío dirigido por el comandante Jonathan Barnet. Pero esa es otra historia,
y como tal, merece ser contada en calma y con precisión.
Está muy bien esta historias de piratas, al abordaje y vivan las mujeres. Un abrazo
ResponderEliminarMuchas gracias. Es cortita, pero me ha encantado leer sobre piratas.
EliminarUn besillo.
Has cambiado de tercio eh. Muy bien. Tu frescura y fluidez a la hora de escribir te permite el juego en cualquier género. Este corto relato de piratas, simpático y romántico, es una muestra. No es la primera vez que la mujer participa de ese mundo (cada vez es más frecuente). Me acuerdo, por ejemplo, de aquella peli de La Isla de las Cabezas Cortadas, con Geena Davis (muy entretenida)... pero no es sólo ficción, porque ya en aquellos tiempos la cosa no era tal como nos la ha pintado la machista sociedad posterior. La trilogía de Matilde Asensi, "Martín, Ojo de Plata" está muy bien documentada a este respecto y es muy entretenida también. Si no te la has leído, te la recomiendo.
ResponderEliminarBesos
Me encanta esa película, será porque de pequeña me tragaba todas las pelis de Errol Flynn que me encontraba sobre piratas, y me hacía soñar conque la pirata era yo.
EliminarMe encanta Matilde Asensi, así que los añadiré a mi lista de pendientes.
Un besillo.
Qué historia tan chula, María, ¡me ha encantado!. Dos mujeres piratas que además eran tan buenas luchadoras y tan hábiles como cualquier compañero que se preciara. Me hubiera encantado estar presente en ese combate que narras :))
ResponderEliminarUn besillo y mucha suerte en el concurso!!
Y porque no he querido contar toda la fiereza que se gastaban esas dos piratzas, porque parece ser que eran de armas tomar. Jijiji
EliminarTe invito a que leas sobre ellas, es un mundo entero por descubrir.
Un besillo.
¡Me ha encantado! Me encantan las historias de piratas. Veo que te recomiendan "Martin Ojo de Plata" de Matilde Asensi, y con toda la razón si también te encantan las de piratas. Un besito
ResponderEliminarPues me está entando una intria que no veas. Ya tengo ganas de leerlos.
EliminarUn besillo.
Si señora, nos has abordado en toda regla y has saqueado todo nuestro.interés. ¿Por favor! no me tires por la borda.
ResponderEliminarBesos
Te prometo que yo no te tiraré, pero no prometo nada por Mary y Anne, jejeje.
EliminarUn besillo.
¡Vivan las guerreras piratas! Ya veo que también te has inspirado en esa valentía y belleza de nuestro género, te lo comento porque mi cuento para este concurso también hace hincapié en ese coraje femenino, capaz de enfrentarse a cualquier arrogancia de otra pirata. ¡Suerte con el concurso!
ResponderEliminarUn beso
Muchas gracias. La verdad es que me han encantado la vida de estas dos piratas, así que tenís que escribir sobre ellas.
EliminarUn besillo.
Muy bueno el relato, me ha encantado. Además el final te deja con la intriga de saber qué les paso. Muy bueno. Suerte en el concurso!!
ResponderEliminarMe alegro de que te haya gustado. La verdad es que está basado en hechos reales, así que si quieres puedes leer un poquito de su historia.
EliminarUn besillo.
Muy buen relato, bucanera, aunque me has dejado con la miel en los labios. O el ron, ya que va de piratas la cosa.
ResponderEliminarEspero que haya una segunda parte.
Un saludo.
Jajaja, pues me lo he planteado, no te pienses. La verdad es que me ha picado el gusanillo de la vida pirata.
EliminarUn besillo.
Es trampa!! jajaja todo queda en el aire y quiero saber más ;)
ResponderEliminarJijiji hay mucha historia de estas dos piratas, que eran bastante fieras.
EliminarAunque a lo mejor sigo la historia por donde la dejé...
Un besillo.
Gracias a ti y tu relato he leído más sobre tus protas. Me encanta aprender con los relatos o que estos despierten mis ganas de aprender más.
ResponderEliminarUn besico, María.
A mí también me encanta. Cada vez que puedo, meto algo de historia en ellos. Me resulta gratificante cuando lo leo en grandes libros de novela histórica. No me puedo comparar con ellos, pero lo intento a pequeña escala.
EliminarUn besillo.
Un magnífico relato basado en historia. Me ha gustado! Un besito
ResponderEliminarMe alegro de que te haya gustado.
EliminarUn besillo.
Seguro que el Capitán no hubiera sido tan temerario sin Anne y Mary. Maravilloso, María :) Pues ya nos contarás las aventuras del comandante Barnet. Besos, moza
ResponderEliminarEstoy segura de ello. Las dos piratas se bastaban solas para cometer sus fechorías. Eran temidas por los demás piratas, jejeje.
EliminarUn besillo.
Pintoresca historia en la que muestras que no hay fronteras para las mujeres. Gracias María
ResponderEliminarPor supuesto que no las hay, jijiji.
EliminarUn besillo.