La verdad es que no hay recuerdos exactos que me ayuden a salir adelante, sino más bien momentos. Porque la vida está hecha de momentos.
Pero siendo sicera, he de decir, que cuando leí este tema de la semana, solo un recuerdo me vino a la mente. Fue como un flash, como si hubiera estado ahí y no me hubiera dado cuenta.
Mi madre falleció de un cáncer, es una enfermedad muy dura y difícil que se lleva a las personas poco a poco. Cuando mi madre estaba en cama ya sedada, yo me senté a su lado y puse su mano en mi barriga, donde estaba mi hija mayor. En ese momento quería transmitirle a mi hija la fortaleza de su abuela, y que mi madre notara la vida que crecía en mi interior.
Desde entonces, cuando tengo un día malo, o momentos de incertidumbre, estrés o de pena, recuerdo ese momento, y me tranquiliza. Me hace ver la verdadera importancia de las cosas, mi madre vuelve a transmitirme esa energía que irradiaba y sigo adelante.
Qué precioso y triste a la vez María, ainnnnnns.
ResponderEliminarYo no sabía nada de esta iniciativa, pero casualmente ayer hice un post de recuerdos de mi infancia, esos recuerdos especiales, sencillos que nos ayudan a tirar.
Un beso y seguro que tu hija tiene la fortaleza de tu madre y la tuya, por superar algo así y seguir teniendo ilusiones(como tu libro).
Iré a leerte, llevo unos días que no tengo tiempo de nada. La verdad es que es una iniciativa muy chula. Apúntate, la hacen a menudo.
EliminarUn besillo.
El recuerdo de una madre siempre nos da fortaleza. No lo dudes que allá donde esté, cuando te vea bajita de ánimos te enviará la fortaleza que necesites para seguir a delante. Un abrazo Maria
ResponderEliminarLo sé, gracias por tus palabras.
EliminarUn besillo grande.
Es increíble lo que nos tranquiliza cuando estamos mal; lo bueno es que tengamos recursos para superar esos malos momentos. El recuerdo de la madre suele fortalecer, como parece que te ocurre a ti. Un beso, María Campra.
ResponderEliminarPues si, es que lo que no haga una madre...
EliminarUn besillo.
Pues tú has trasmitido ese sentimiento de amor tan infinito que es, el del contacto humano con esas personas a las que más queremos y echamos de menos, y que cuando recordamos nos traspasan su energía.
ResponderEliminarme gustan tus letras María.
besos
Muchas gracias por tus palabras, siempre me llegas a través de tus comentarios.
EliminarUn abrazo grande.